Lei de Áreas Empresariais de Galicia

La Lei de Áreas Empresariais de Galicia, a la que hemos contribuido con nuestras aportaciones desde las Confederaciones gallegas, entre ellas la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), es una norma muy esperada y en la que el tejido empresarial de nuestra Comunidad tiene depositadas unas altas expectativas.

El texto debe contribuir a agilizar, simplificar y flexibilizar la planificación y creación de suelo para las empresas que quieran establecerse en estos polígonos, y facilitar la actividad y el crecimiento de las que ya están en ellos.

Trabas que atascan

Con la Lei de Áreas Empresariais se atiende a una cuestión largamente demandada por los empresarios, que es la reducción de las trabas que atascan y muchas veces disuaden la implantación de nuevas actividades o las inversiones de firmas consolidadas por falta de suelo. En este sentido, supone un paso imprescindible para superar la rigidez habitual de los procesos de planificación, estableciendo mecanismos que permiten adaptar la ordenación a las necesidades de implantación de las distintas actividades empresariales.

Estos mecanismos, concretados fundamentalmente en las determinaciones de los planes estructurantes de ordenación del suelo empresarial y en la creación de los proyectos de desarrollo y urbanización, no solamente permiten dotar a estos instrumentos de una flexibilidad de la que carecen los tradicionales instrumentos de planeamiento, sino también reducir los tiempos de tramitación y ejecución, al evitar redundancias en la emisión de los informes sectoriales y simplificar la tramitación ambiental, todo ello manteniendo las máximas garantías.

Mejor suelo empresarial

Por tanto, esperamos de esta ley que contribuya a que Galicia tenga más y mejor suelo empresarial. Suelo donde las empresas lo necesitan y cuando lo necesitan.

Esa flexibilización para adaptar la oferta de suelo a las necesidades de las empresas, unida a la agilización de los trámites, constituyen requisitos esenciales para evitar los riesgos de deslocalización y, sobre todo, aportan el marco regulatorio adecuado para aprovechar las nuevas oportunidades de desarrollo empresarial. Poder ejecutar los proyectos empresariales de manera ágil, y desde la mayor seguridad jurídica, es una condición básica para atraer inversiones. Y una cosa no está reñida con la otra: se puede ser ágil, sin caer en pantanos burocráticos, y al mismo tiempo tener todas las garantías de seguridad jurídica.

“Esperamos de esta Ley que contribuya a que Galicia tenga más y mejor suelo empresarial», afirma Antonio Fontenla Ramil, presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña.

Galicia necesita que los inversores sepan que aquí son bienvenidos y que tendrán todas las facilidades. En nuestra provincia tenemos a la vista grandes proyectos, muchos de ellos sólidos aspirantes a los fondos europeos de recuperación, que, sin duda, se beneficiarán de esta nueva norma. Es, por tanto, un instrumento clave para rearmar nuestras capacidades empresariales e industriales con estos y otros proyectos, y debe ser un revulsivo para el fomento de la actividad económica en Galicia.

Infraestructuras

La norma también aporta nuevas figuras para la gestión y el mantenimiento de las infraestructuras y servicios en estos ámbitos, así como para su modernización permanente. Ello es sinónimo de una mayor capacidad para seguir mejorando nuestros polígonos. Se trata de una tarea que las asociaciones empresariales están llamadas liderar, desde la máxima unidad del tejido productivo, porque son las propias empresas las que conocen sus necesidades y quienes pueden trazar la hoja de ruta para ganar su futuro.

La colaboración de las empresas a través de las asociaciones en la gestión y en la planificación estratégica de las áreas empresariales es el mejor motor para su avance, como bien demuestra este Polígono de Pocomaco.

Antonio Fontenla Ramil

Presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña