De opción valiente a sede consolidada, editorial de Lucía López, presidenta de la Asociación de Empresarios de Pocomaco.
Más de medio siglo ha pasado desde que un grupo de mayoristas de A Coruña comenzó a darle vueltas a la idea de construir un polígono comercial. Querían mantener su actividad en la ciudad, pero su extensión y forma hacían imposible poder subsistir o crecer manteniendo la competitividad. Hace ahora 48 años que se inauguró Pocomaco; estamos a sólo dos años de cumplir medio siglo de vida. Y muchas de aquellas empresas que apostaron por esa idea inicial siguen instaladas aquí, manteniendo su sede con orgullo.
Como ejemplo citará a Chocolate Express, ya que su segundo propietario, Aurelio Ruenes, no sólo decidió ubicar la empresa aquí, sino que fue uno de los impulsores del polígono. Se trata de una compañía cuya sede sigue siendo Pocomaco, que ha crecido en estas décadas, siendo referencia en su sector, y que no se ha planteado nunca marcharse a otro lugar. Y no es la única, muchas otras han seguido este camino, que discurre paralelo al del polígono. Líneas que marchan parejas y que estamos seguros de que seguirán juntas por mucho tiempo.
Pocomaco es uno de los polígonos más importantes de Galicia
¿Por qué lo que era una opción arriesgada se ha convertido en algo permanente? ¿Qué esperaban encontrar aquí aquellos empresarios pioneros y seguimos teniendo los que estamos ahora al frente de las compañías? Entre todos hemos logrado que Pocomaco sea uno de los polígonos más importantes de Galicia. Ni más ni menos. Las distintas juntas rectoras y aquellas primeras empresas que no dudaron en ubicarse aquí cuando era una zona inóspita, en las afueras, hemos creado entre todos un parque empresarial organizado, limpio, seguro, bien comunicado, estable, que ha hecho crecer a esas empresas, convirtiéndose en líderes en sus sectores.
Ahora ya estamos plenamente integrados en la ciudad, rodeados de nuestros barrios, pero, aún así, seguimos contando con las comodidades que desearon aquellos emprendedores y que ayudaron a conseguir nuestro éxito en común. Podemos enviar nuestras mercancías a todos los puntos del mundo; también a las ciudades y concellos más cercanos. El mantenimiento de nuestras calles y suministros está actualizado, al día; y la limpieza hace de nuestro polígono un lugar agradable donde trabajar y donde emprender o mantener la actividad empresarial.
Es cierto que, casi medio siglo después, aún tenemos asignaturas pendientes.
Somos inconformistas
Somos inconformistas, como lo somos al frente de nuestras empresas, y siempre aspiramos a más, a implementar mejoras que nos hagan más grandes, más fuertes y que posibiliten seguir generando empleo de calidad.
Justo ahora estamos en un momento de cambio en la corporación municipal que es quien debe ayudarnos a conseguir esos últimos flecos para poder mirar al futuro con mayor certeza y confianza. Unas mejores conexiones de transporte público para nuestras plantillas que se cuentan en miles de personas; o la cuarta ronda, que pueda completar nuestras arterias de comunicación, así como que el Concello sea el propietario de los viales que llevamos décadas manteniendo. Son algunas de las cuestiones que necesitamos cerrar para poder centrar nuestros esfuerzos en otros retos, como una nueva sede social.
La unión entre empresarios fue el germen de este polígono y esa unión entre todos debe ser también nuestra fuerza para el futuro. En un mundo digital seguimos necesitando ese lugar físico donde poder vernos, hablar, compartir, para poder mantener el espíritu de aquellos pioneros y mirar hacia adelante con esperanza.
Fuimos una opción arriesgada y valiente, cierto, pero nos hemos convertido en una sede empresarial permanente y consolidada. Una ubicación privilegiada para cualquier empresa.
POCOMACO fue, es y seguirá siendo un referente empresarial. Y todos juntos continuaremos trabajando para que así sea.
Lucía López Teijeira, Presidenta de la Asociación de Empresarios de Pocomaco